domingo, 11 de marzo de 2007
La Matilda
Ayer estrené mascota oficial, esto debido a que hace días el Preguntón Dañado había indagado que utilidad tenía Pancha en este blog, y pues me puse a observarla y concluí que la muy recostada no hacía nada, entonces la despaché como dice FreeWill sin prestaciones y adopté una tigresa (no la del señor Gerente, esa ya tiene un buen padre) con delirio de gatita.

Así que le doy la bienvenida a Matilda, se llama así en honor a la de la foto, mi gata de Buga, y porque no se me ocurrió otro nombre. ¿Y para que sirve Matilda? pa’ lo mismo que los cuernos de las jirafas hembra… o sea para nada. Pero es adorable.
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Si usted, apreciado Julius, se aburre con las pendejadas que yo escribo, lo cual no debe ser muy difícil, bien puede ponerse a jugar con Mati, la mugrosa esa ronronea cuando la acarician, da la pata (también tiene delirio de perro), como buena felina persigue al ratón, se para en dos patas, se le puede dar comida (esquina inferior derecha) y lo más divertido es tratar de cogerle la cola cuando está de pie.

En fin, ahí les dejo a esta tigresa con problemas de identidad, me la tratan con cariño, no le den mucha comida, yo veré.

Y con permiso que tengo crisis estequiométrica, y no me voy a quedar faranduliando con mi mascota nueva.
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Pd: Cami, no le digas bizca a mi gata.

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Y esto sólo le pasó a Maria() a las 8:23 p. m. |


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