Maldita sea mi suerte, ¿por qué se tiene que acabar la pila del mp3 cuando me estoy montando al bus? Claro, y me toca aguantarme al man que va parado al lado mío en pleno agarrón teléfonico con su futura exnovia. Y si hay algo más ridículo que pelear con el novio en público, es hacerlo por celular. Bueno, en realidad nadie me obligó a parar oreja, pero es que con el volumen al que hablaba este sujeto yo creo que lo alcanzaban a oir hasta en el bus de atrás. Además, aquel que no haya percibido chisme en un bus, fila de banco o ascensor, que tire la primera piedra.
El tipo se las daba de muy digno, pero se notaba que la novia lo maneja con un dedito.
- No María Alejandra, es que usted no se ha dado cuenta que siempre es lo mismo, volvemos y al mes ya estamos peliando otra vez por lo mismo. Yo ya estoy aburrido de esta situación.
- …
- Pero es que entienda, yo ya le he dicho muchas veces que a mí no me gusta esa actitud suya, y usted siempre dice que va a cambiar y vuelve y hace lo mismo.
- …
- ¿Y ella que tiene que ver en esto? No, no, no, usted a mí no me va a manipular otra vez por lo mismo. Eso fue un error y yo le pedí perdón, si no me va a perdonar pues dígame y acabamos de una vez con esta maricada.
¡Ajá, cachos! Esto se puso bueno.
- …
- No.
-…
- ¡A que lindo! Ya me va a colgar otra vez. No sea infantil, madure, María Alejandra no me cuelgue que esto es muy serio.
El pobre no sabe que hacer para que no le tiren el teléfono.
- …
- No, pero no llores que a mí no me gusta verte así.
Ja, como si la estuviera viendo.
- …
- No mi amor, ven, no te pongas así, no digas eso.
Ya puso voz de idiota, digo, de enamorado.
- …
- Mira, perdóname si te hice sentir mal, no fue mi intención. ¿Me perdonas chi?
Típico: empieza a pelear y termina pidiendo perdón.
- …
- Si mi vida, ya voy para tu casa. Un beso, chao.
En este punto yo no podía disimular que me estaba orinando de la risa de ver a este desdichado. El bus iba lleno, como siempre, y yo creo que el 90% de los pasajeros habían escuchado su humillación (el otro 10% tiene i-pod, snif), pero este tipo que cuelga su celular, y a la única que voltea a mirar con cara de “maldita chismosa ¿Qué me ves?” es a mí. ¿Será que soy muy obvia? ¿o es que esto sólo me pasa a mí?
Y en otras noticias igual de irrelevantes: mis amigos son fenómenos: ayer vi a Jota amarrándose el zapato con una sola mano (la izquiera además) y hoy vi al Hippie poniéndose la camiseta sin quitarse el saco. Pero la más rara es esta servidora: escribe en un blog…
Etiquetas: Maldita sea mi suerte. Dele. Ríase de mí
Chale, osea que salio bien wey y le dieron vuelta por telefono.
Siempre digo que cuando uno quiere colgar cuelga y ya.