martes, 3 de noviembre de 2009
Las aventuras de Transmigüeva
Post que empecé a escribir el 9 de octubre.

Mi mamá dice que yo nací cansada, y como buena madre tiene toda la razón. No soy capaz de permanecer de pie más de 15 minutos, el cuerpo me exige sentarme. Mucho menos soy capaz de soportar la montonera en transmilenio si no tengo en donde posar mi humilde colita.

Es por eso que, después de casi dos años viviendo en el norte, he logrado diseñar la estrategia perfecta para darle gusto a mi pereza teniendo una silla garantizada en el transmi de ida a la universidad.
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Por las mañanas mi tía lleva a los niños al colegio y me deja en la estación Alcalá. Aprovechando que tengo algo de tiempo de sobra, lo que hago es irme hasta el portal norte para tomar la ruta que me lleva hasta la U (J70), que a era hora es una maldita lata de sardinas si se toma en una estación diferente a la de partida.


Así es, pequeño Julius, me pego tooodo este viaje sólo por no irme de pie.


Pero mi superestrategia no se queda ahí. Un buen día descubrí que la ruta B52 al llegar al portal norte se convierte en la J70. ¡Maravilloso! ahora todo lo que tengo que hacer es coger el B52, quedarme en mi puesto y contemplar a las vacas los demás pasajeros matándose a empujones y codazos por una silla.

Hasta hoy lo peor que podía pasar es que el bus no se volviera J70 sino que saliera de servicio, en cuyo caso tengo que bajarme en el portal y unirme a las demás vacas en espera del siguiente, cuando eso pasa me doy cuenta porque el bus no para donde debería hacerlo sino un poco más adelante... hasta hoy.

Iba yo relajada en mi querido B52. Llegamos al portal norte, el bus paró donde siempre, se bajaron todos los pasajeros menos yo, mientras me decía una vez más "soy un transmigenio" vi por la ventana a las vacas que se disponían a abordar el J70... y luego los vi alejarse, ¡el hijuepuerca bus no paró! Le dio la vuelta al portal y siguió hacia el sur a toda velocidad, sin detenerse en ninguna estación y supuestamente vacío.

- Mierda ¿y ahora qué hago? - pensé mientras me abrazaba a mi maleta. Me tomó un buen rato convencerme de que el señor chofer me llevaría a la casa de su madre si yo no hacía algo para evitarlo. Me levanté, atravesé el articulado y, enfrentándome con valentía a ese letrero que dice: "Prohibido hablar con el conductor" me acerqué y le dije:

- Señor, qué pena ¿hasta dónde va?
- Ay, mami, ya no estoy en servicio.
- ¿Y entonces dónde para?
- No, mi amor, ya hasta el parqueadero. ¿Pero usté por qué no se bajó en el portal?
- Es queeee... es que me quedé dormida. Señor, déjeme por acá en cualquier estación.
- No puedo mami. Es que estamos en hora pico y donde yo pare en cualquier estación se me llena el bus de gente.
- ¿Y entonces?
(Silencio prolongado)
Resignada, me senté en la silla más cercana preguntándome dónde quedaría el berraco parqueadero de trasmilenio y cómo haría para ir de ahí a la universidad. No saben lo raro que se siente tener todo un transmilenio para uno solo. En otras condiciones (si me llevara a donde yo necesito ir) sería una situación ideal: servicio ultrahipermegasuperexpreso, un taxi de 48 puestos con carril exclusivo.

Cuando ya había perdido todas mis esperanzas de llegar a clase temprano, el conductor se compadeció de mí (creo que la cara de "pobrecita yo" ayudó un poco), me dijo que intentaría detenerse en una estación y que si no había gente abriría la puerta para dejarme salir.

La elegida fue la estación de la calle 106, que al parecer siempre está muerta, incluso en hora pico. Me acerqué a la puerta, ésta se abrió durante unos 0.05 segundos y yo salí, liberada de mi roja y articulada prisión, estuve a punto de besar el suelo de la estación pero pues, todavía cargaba un poquito de dignidad en la maleta.

Lo que siguió fue una travesía que me llevó por 10 estaciones, 4 troncales y 3 trasbordos que no pienso resumir acá, y finalmente llegué media hora tarde a mi clase de plantas, un retraso insignificante teniendo cuenta que en algún momento me vi desamparada en un parqueadero de transmilenios, esto sólo me pasa a mí.

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Y esto sólo le pasó a Maria() a las 12:46 p. m. | 30 Infelices comentarios