Me tocó llamar a una amiga para que saliera y me prestara, después de unos minutos que me parecieron años, ella me llamó para decirme que entrara porque no la dejaban salir. Bueno, le dije al señor taxista que me esperara un momento y me fui corriendo a la puerta. El encargado me pidió un documento y yo apurada le mostré mi contraseña, que acaba de volver de sus merecidas vacaciones en Cali, el hombre la miró con desprecio y me dijo “con este documento no te puedo dejar entrar”. Vamos, una vez más: ¡Esto sólo te pasa a vos! Después de rogarle un buen rato me preguntó mi lugar y fecha de nacimiento y por fin me dejó entrar. Me encontré con mi amiga y salí corriendo a pagarle al taxista, que por hacerlo esperar me cobró dos mil pesos más.
Bueno, en la fiesta se pasó muy bueno, pero un día de estos tendré que escribir algunas cositas sobre la rumba rola, no, es que bailando “te mando flores”, sinceramente no hay derecho, a mí que me pongan salsa.
Con más plata prestada volví a mi casa a las tres de la mañana, para encontrarme con un par de billetes de veinte que me sonreían encima de la cama. ¡Ay Señor de los Milagros! Un día de estos voy a dejar la cabeza.
Bueno, programé mis tres despertadores y a dormir que mañana hay clase a las 8, además el profesor de biología había dejado un quiz para entregar en la clase, y yo muy juiciosa lo había hecho el jueves por la mañana para tenerlo listo.
Pues esta hermosa criatura abrió sus ojitos a eso de las 9:40 am. a ver, ya saben que sigue... ¡Esto sólo te pasa a vos!, ay que lectores tan obedientes que tengo. Ni modo, me arreglé y me fui a la universidad, llegando a tiempo para ver la cara de tragedia de mis compañeros de estequio, acababan de publicar las notas del parcial (si están perdidos favor revisar el post antepasado).
Alguien me prestó un portátil y muerta del susto entré a la página para ver mi nota:
La de la flechita corresponde al parcial del martes. No, no traten de entenderlas, yo tampoco pude…
En esas entró el profesor y yo con computador en mano le pedí que me explicara, nos dijo: ignoren ese “sobre
Me quedé en blanco, no podía creer que llevaba la materia en 1.88, pensé “esta mierda se fue de REW (retiro exitoso por web)”. A mis amigos no les fue muy bien tampoco, así que repetimos el festival de las caras largas durante toda la clase.
En algún momento me recosté sobre la mesa y lloré, en silencio, desconsolada, con ira y tristeza, odiándome por no ser capaz, pensando en como me iba a afectar el retiro de la materia. Cata fue la única que lo notó, y me miró tratando de darme ánimos. Eso duró unos cuantos minutos, y al levantar la cara para limpiarme las lágrimas mi mirada se cruzó con la del profesor.
Saliendo de clase le pregunté a que horas estaría en su oficina, y me dijo que si quería podía ir en ese momento, seguido de un “¿qué estás pensando?”, a lo que yo respondí “nada, quiero ver mi parcial”. Mientras esperaba al profesor me quedé con Juliana, que también iba a hablar con él. Le di un abrazo y empecé a llorar de nuevo, le dije: me siento mal, yo esperaba un mejor resultado. Ella me consoló y me dijo que volveríamos a ver la materia juntas, el profesor pasó en ese momento y yo me estaba muriendo de la vergüenza de que me viera así.
Estuve en su oficina casi media hora, en resumen: la nota de mi examen pasó de
A Juli no le fue muy bien, el profesor le recomendó retirar y no sé si al fin lo hizo, almorzamos juntas y yo me fui para la clase de inglés, en la que tenía que hacer una exposición sobre el cerebro, y si soy mala para exponer en español no me quería ni imaginar como sería en inglés.
Juan Felipe, que también estuvo en la fiesta, tenía un guayabo de dos pisos y un tufo poderosísimo, y así nos tocó exponer, yo me volví una completa pelota, se me olvidó todo y me tuve que disculpar y sentarme cuando todavía me faltaban dos diapositivas, Juan Felipe trató de rescatarme diciendo lo que me faltaba, pero se enredó más. La última, la última, 1 2 3 : ¡Esto sólo te pasa a vos!
Bueno, pa’ la casita, me estaba cayendo del sueño, pero primero acompañé a Juan Felipe a retirar estequiometría, que triste, nuestro grupo de trabajo al parecer se redujo a la mitad.
Con la suerte que me caracteriza, di con el busetero más animal de la historia de Bogotá, de esos a los que les salió el pase en un tamal, o se lo ganaron en una piñata, mejor dicho, yo manejaría el bus mejor que él, con eso les digo todo. Sobreviví a “máxima velocidad” y me bajé en la séptima justo cuando empezaba a llover, con el premio de escalada que representa subir hasta mi casa y yo sin paraguas, esto sólo me pasa a mí.
Carajo, no pensé que me fuera a salir un post kilométrico, felicitaciones a los que no se aburrieron y leyeron hasta aquí, me despido, este fin de semana sólo pienso DORMIR.
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Animo, que lo ultimo que se pierde es la vida (yo se que dice que la esperanza, pero cuando eso pasa, aun estas vivo) pero un merecido descanso es algo que a lo que todos tenemos acceso, ademas, PASASTE LA MATERIA! que mas se le puede pedir a la vida, asi que gozatela, aunque me conduelo contigo por los amigos caídos.