Y la segunda, y la tercera, y la cuarta… y ya perdí la cuenta.
Creo que siempre recordaré al 2012 como el año en que empecé a llenarme de canas. Aterradoras e irreversibles se me aparecen cada vez que me peino frente a un espejo, y se reproducen exponencialmente las malditas. Algunas veces me las arranco, pffft, como si eso sirviera de algo. Supongo que ya es hora de aceptar la realidad: algún día voy a tener todo el pelo blanco, no hoy ni mañana ni el próximo año, pero sí más pronto de lo que me imaginaba.
No tengo ni idea del porqué de la aparición prematura de estos pelitos detestables, es posible que la herencia por el lado de mi papá tenga algo que ver. Lo que sí sé es que son horribles y no los soporto (a los pelos blancos, la familia de mi papá sí me cae bien), y que si siguen apareciendo a esta velocidad tendré que tomar medidas radicales para esconderlos. Eso sí, si llegara a tomar tales medidas sería sólo por razones estéticas, porque si el propósito de estas canas es hacerme sentir vieja no lo lograrán, tengo muy claro que una cosa es ser canosa y otra cosa es ser anciana.
Hoy estoy cumpliendo 24 años, sería completamente ridículo sentirme vieja a esta edad, si todavía tengo problemas con eso de considerarme “adulta” y comportarme como tal. Ayer en el almuerzo hablaba con una practicante de la empresa acerca de lo tonto e innecesario que me parece andar ocultando la edad o restándose años. Para mi sorpresa, ella me contó que de vez en cuando dice que tiene 19 años y la gente le cree. No dudo que le crean, la chica es menor que yo y tiene cara de colegiala, lo que digo es: ¿qué necesidad tiene uno de quedarse varado en los 19? Es más bacano darse cuenta de todo lo que se ha hecho y vivido durante el tiempo que ha pasado. Ella me la monta y dice que estoy trascendental porque dentro de un año habré completado el cuarto de siglo, yo le contesto que no estoy trascendental y que si sigue jodiendo no le doy torta, jum.
En todo caso lo importante es que estoy cumpliendo años. Y canosa y todo lo celebraré con sushi, cerveza, volcán de chocolate con helado, comida sorpresa, celular nuevo, amigos, familia, novio, y mis siempre queridos Julius.
¡Yay por mí!
Etiquetas: Feliz de la papaya, No me hagan caso
Tocayita!!!! Las canas son sinónimo de inteligencia, no se las arranque que es chévere sentirse interesante, así como Rogue de X Men jejeej
Por otro lado! Gózate esa celebración y por cierto: Sushiiiiii, yo quieroooo, celular nuevo también y helado más!!!
Que sigas cumpliendo muchos años más y compartiendo con nosotros todas tus historias que nos hacen sentirte cerca e íntima ;)
Se le aprecia!