Pero bueno, no vine a hablar de eso sino a compartir uno de esos archivos que naufragan olvidados en las profundidades de C: y reaparecen sólo cuando estás revisando qué vas a salvar antes de formatearlo…
Sin más preámbulos, los dejo con la que seguramente será una de las peores boleteadas en la historia de este bló.
Sin título
Tengo un nuevo amor, su nombre es Juan, aunque ya nos conocíamos desde antes sólo ahora puedo decir que tenemos una relación cercana.
No sé ni como empezó esto, al principio creí que era uno más de mis caprichos, no sabía cómo lo tomarían mis padres, pero me sorprendí al ver su reacción. En el corto tiempo que llevo a tu lado he aprendido tantas cosas… a sonreír pase lo que pase, a no quejarme de cosas sin importancia, a dar siempre las gracias a quien me sirve; aprendí que muchas veces es mejor callarme aunque tenga la razón y que puedes encontrar personas increíbles donde menos lo esperas, contigo he adquirido responsabilidad, paciencia, equilibrio, constancia, humildad, y hasta estado físico.
Eres difícil, nadie lo sabe mejor que yo, pero soportarte es parte de mi compromiso, a veces siento que estoy a punto de hacerte reír y eso me hace feliz.
Pensándolo bien creo que no te amo, sólo estoy agradecida por la oportunidad que me estás dando. Debes saber que aunque eres el primero no serás el último, vendrán cosas mucho mejores para mí, tal vez para ti también, pero este tiempo contigo nunca lo olvidaré.
Ya me imagino en qué “Juan” están pensando, pero se equivocan, el texto no iba para él.
Esto lo escribí hace casi dos años* cuando empecé a trabajar como mesera en un restaurante cerca a la universidad llamado Juan Chepe. La etapa de la mesereada sólo me duró un semestre pero que me enseñó muchas cosas… tranquilos, no las voy a volver a enumerar.
Efectivamente llegó algo mejor para mí: la monitoría de programación, donde pagan mejor y no llego a clase de 2 oliendo a comida.
En fin, fue bacano sudarla un poquito para darme cuenta de todo el esfuerzo que mis papás están haciendo por mí.
Feliz día del trabajo Julius, y les
Etiquetas: Detalles absolutamente irrelevantes
¿Aún utilizando Office? Qué oso jeje.
Eso de oler a comida enamoraría a cualquiera ;). Ahh una sopa de cuchuco y unos fríjoles con garra jeje.