ó "Llámenme Rudolph"
Ejem, volviendo a lo del dolor en mi nariz, hay dos posibles causantes, y no sé cuál de ellas me hacer quedar peor…
Una, es que me esté creciendo un temible cuerno justo en la mitad de mi cara. ¡Oh, adolescencia! Justo cuando creí que te había superado.
No, si el cuerno hace su aparición no habrá fotos.
La otra, es que el dolor sea producto de un golpe que me di la semana pasada cuando abría la alacena para sacar una bolsa de leche y al mismo tiempo me agachaba para coger la mentada bolsa. No pregunten cómo, porque ni yo entiendo, pero me di con la puerta en toda la punta de la nariz, vi estrellitas, es más, vi toda la vía láctea mientras intentaba poner la leche sobre el mesón. Esto sólo me pasa a mí, carajo.
Y no, tampoco hay fotos de eso, aunque un dibujo explicativo me resultaría muy útil.
Ahora, sé que ninguno de los dos títulos de este post es correcto, porque no tengo la nariz ni grande ni roja. Pero si alguien se sabe una fábula donde el protagonista sufra de un extraño dolor en la punta de la nariz, me hace el favor y mi cuenta. Gracias.
Etiquetas: Maldita sea mi suerte. Dele. Ríase de mí
Sin duda alguna esto sólo te pasa a ti. Y bueno, en algunos casos a Susan Mayer.
En serio, ¿cómo lo haces? ¿Pegarse con una puerta en la nariz? Sin duda, y ante la persistencia del dolor... esa tuvo que ser la causa. Hay que amputar :P