Cuando por fin me levanté de la cama luchando contra el sueño alcancé a ver como mi hermano y mi padre, este último en pijama, botas pantaneras y escopeta al hombro (lo cual puede resultar extremadamente gracioso una vez pasada la angustia) arrancaban a toda velocidad en la camioneta.
-¿qué pasa? Le pregunté a mi mama.
-Que hay un ladrón, no entendí bien, parece que se quería llevar la ternera. Tan raro, hay un hueco en la ventana de adelante, será que tu hermano la rompió para gritarle al ladrón.
-Sí, muy raro.
Aproveché para ir al baño y al salir estuve en el cuarto de mi hermano, de ahí me fui a un cuarto que por el momento es ocupado por mi gata Matilda y sus tres hijitos, efectivamente había un roto de tamaño considerable en la ventana que da al balcón, pero lo que me llamó la atención fue que el cuarto estaba plagado con un aroma, ¿cómo describirlo? Algo así como la peor chucha cebollera de la historia.
Pocos minutos después volvieron los “cazadores” sin ningún resultado y mi hermano nos contó lo que había pasado. Él se había levantado para ir al baño y al regresar a su cama vio un hombre en el otro cuarto, primero pensó que se trataba de mi hermano mayor que habría llegado borracho a la casa, pero al ver el susto del sujeto en cuestión comprendió la situación y empezó a gritarle a mi papá para que se despertara y sacara la escopeta. El hombre salió al balcón por la ventana por la que había entrado, se trepó al techo y se lanzó al patio para emprender la huida.
El ladrón se ha ido pero su hedor persiste gracias a una camiseta que dejó botada en la escena del crimen, sólo logró llevarse un discman y el celular de mi hermano. Esta mañana encontramos otro hueco en una ventana de la sala por la cual el maloliente ratero sacó un par de portarretratos que dejó tirados unos metros mas adelante.
Algunas personas me preguntan si no me da miedo vivir en una finca, yo siempre contesto que no, que vivir acá es una delicia, pero sinceramente incidentes como este me dejan sin sueño, me dormí a las 5 de la mañana, no dejaba de oír pasos, ruidos, golpes, y mi familia en las mismas.
Se busca: desgraciado amigo de lo ajeno.
Señas particulares: estatura baja y sobaco poderoso.
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Y hablando de todo como los locos, qué desgracia tan infinita escribir en un computador sin tildes y sin eñes, extraño mi compu, snif.
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Hola Maria(), te habla Grisson de CSI la Vega, te pido que no botes la camisa ya que podemos rastrearlo por su "aroma" con nuestro analizador electro metabolico y lo capturamos. Eso si primero bañamos al susodicho no sea que nos pegue el mal olor, fuchila!
jejeje