De inmediato alguno de nosotros (creo que fue mi hermano) salió en nuestra defensa, y es que el de la idea de la campanita fue uno de mis tíos, además en la cámara teníamos la evidencia necesaria para salvarnos del regaño de mi mamá, aunque mis primos dicen que paseo a Buga sin regaño de doña Patricia no es paseo.
“No abuelita, hoy si perdió porque la agarramos in fraganti, le tenemos toda la secuencia:”
Vea, cuando le servimos el guaro.
Acá cuando se lo está tomando.
Y haciendo sonar la campanita, porque si no sonaba le tocaba tomarse otro.
Ay, cómo nos reímos ese día…
Adios mi Yeyita, gracias por todos esos buenos momentos, por todos los regaños y por ese amor infinito que nos entregaste a cada uno de nosotros. Nunca dejaremos de extrañarte.
Dorys María Renjifo de Sánchez.
25 de abril de 1929 – 29 de julio de 2007.
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Siento mucho que tu Yeyita se haya ido, pero qué bien que la recuerdes con anécdotas como esa, así es como siempre la deberás recordar.
Un saludo.