Sábado 11:52 p.m., estoy haciendo nada en mi computador, perdiendo el tiempo en internet como siempre, en el fondo suena una canción de los Hombres G (“temblando”*), y de repente:
¡Juemadre, la tierra se mueve! ¡Paren esta joda, aquí me bajo yo!
No, a ver, calmate, respirá, eso deben ser ideas tuyas…
Ajá y también ideas del armario, mirá como se mueve esa puerta.
¡Señor de los Milagros! ¡Protegeme ve! Soy muy joven pa’ morir.
El temblor no duró mucho, yo calculo que fueron máximo unos treinta angustiosos segundos, en los que el corazón se me aceleró como hace mucho no lo hacía, la mente se quedó en blanco, cada músculo de mi cuerpo paralizado, al final mi cerebro atinó a dar una orden que mi mano se dignó a seguir, tomé el celular que estaba sobre el escritorio y marqué el primer número en la lista de llamadas realizadas.
“Su llamada está siendo trasferida al correo de voz…” ¡No me hagás esto por favor!
La tierra ha dejado de sacudirse, me levanto temblorosa y me tiro sobre la cama para repetir la llamada, una lágrima que quería salir al final se arrepintió al escuchar la voz de mi Juan al otro lado de la línea.
“Amor, acaba de temblaaaaaar.”
“¿Pero estás bien?”
“Sí, no fue mayor cosa, pero estoy muy asustada.” (…)
Soledad, absurda soledad… Cuando creo que por fin me estoy acostumbrando viene un movimiento telúrico a revolcarme el corazoncito, no se imaginan el pánico que llegué a sentir al pensar en que me podría pasar algo y yo sola en este apartamento**.
No recuerdo haber sentido tanto miedo por un temblor antes, de hecho hasta cierto punto disfrutaba la sensación, y eso que mi casa en Buga se mueve con todas sus ganas, parece de gelatina. Hace mucho tiempo que no sentía un sismo, desde noviembre de 2004, uno que acabó con algunos edificios en Cali, pero en esa ocasión yo estaba con mis papás y mi hermano, esta es la primera vez que siento un temblor estando sola.
No puedo creer que el movimiento de una infeliz placa tectónica me alborote la nostalgia, el vacío de la soledad, estas ganas tremendas de estar en mi hogar, no sé si protegida, pero por lo menos acompañada.
Y ahora, trataré de dormir aunque no tenga sueño, con el temor de una réplica, triste, pensativa, e inmensamente sola, es extraño, hace una hora no me sentía sola…
* Y es que a Diosito a veces le da por ser sarcástico conmigo…
** Se supone que vivo con otras dos niñas, pero a una no la veo desde hace quince días, y con la otra nos hemos cruzado un par de mañanas durante esta semana, buenos días y adiós.
Etiquetas: Del pueblito, El amor..., Mi hermosa familia, Snif snif
Yo me quede esperando la replica y nada me ire a dormir, saludos