Muy preocupada se fue para el médico, donde recibió una pésima noticia, se trataba de una especie de virus que afecta los nervios auditivos provocando sordera permanente, generalmente afecta ambos oídos pero en el caso de mi madre sólo le privó de la audición del lado izquierdo. La única esperanza de recuperar el oído era con un tratamiento que causaría graves consecuencias a la criatura que cargaba en su vientre, es decir, esta servidora que hoy les escribe.
Regresó llorando a su casa y le comunicó a la familia la mala noticia, al principio fue muy duro, se le dificultaba ubicar de dónde venían los sonidos, y tenía problemas de equilibrio.
Bueno, eso es lo que yo sé de la historia, que mi mamá sacrificó la mitad de uno de sus sentidos para tenerme a mí, pero como yo no estaba presente (bueno sí estaba pero no me acuerdo) decidí hacerle una pequeña entrevista a la protagonista de este cuento.
La Próxima Cosecha productions presenta:
Entrevista exclusiva con doña Patricia, desde Buga, Valle
Maria(): hola mami, primero que todo feliz día.
Doña Patricia: gracias. (Risas)
M(): ¿y qué vas a hacer para celebrar tu día?
D.P: Nos vamos a reunir con mi mamá no sé si aquí o en su casa.
M(): ¿cómo fue la noticia de tu tercer embarazo?
D.P: fue como: ¡uy! estoy embarazada. Nos cogió de sorpresa porque no estábamos buscando ese tercer bebé.
M(): ¿a los cuántos meses tuviste el problema del oído?
D.P: yo tenía casi seis meses de embarazo, eso fue al amanecer del 25 de diciembre, llegamos a 2 de la mañana a la casa de la abuela, dormimos todos en unos colchones y a las 6 me levanté a darle el tetero a Federico que estaba en un colchón con tu papá, me sentía como mareada, y cuando me fui a sentar empecé a sentir mucha “borrachera” y ganas de vomitar, no me podía levantar porque no tenía equilibrio. Vomité todo el día hasta que me pusieron una inyección para detener las náuseas.
M(): ¿y cómo fueron las citas con el médico?
D.P: Como ese día era festivo tuve que esperar hasta el 26 para ir al Seguro Social. Allí me atendieron y al principio no pensaban que fuera algo en el oído, porque yo no sentía ninguna molestia en el oído y escuchaba bien. A la semana siguiente nos fuimos para Cali y pedí cita donde un otorrinolaringólogo, me mandó una serie de exámenes y una audiometría, días después volví al otorrino con los resultados de los exámenes y me explicó que era una lesión en el nervio auditivo, que era un problema viral que se presenta más o menos cada 7 años, son casos muy aislados, y al médico le llamó la atención que sólo hubiera atacado uno de los oídos porque generalmente atacaba los dos. Me dijo que los medicamentos para tratarme contenían esteroides y por lo tanto afectaban el desarrollo del bebe, y además estos tratamientos no son del todo efectivos.
M(): ¿cómo fue contarle todo esto a la familia?
D.P: Salí del consultorio y me fui a recoger a tus hermanos que estaban en la casa de unos tíos, yo lloraba como loca y no era capaz de hablar, cuando me tranquilicé les conté a mis tíos toda la historia y que la lesión era irreversible. Me quedé el resto de la tarde en la casa y después me fui para la oficina de tu papá y cuando lo vi empecé a llorar de nuevo y no podía explicarle lo que me pasaba.
M(): ¿qué me puedes decir sobre el proceso de asimilar el problema?
D.P: Fue un proceso muy lento, por la falta del oído se pierde la orientación, cuando alguien me llamaba no sabía si me hablaban de arriba, de abajo o de algún lado. El equilibrio lo recuperé más rápido, y poco a poco fui aprendiendo a manejar mi problema, a tal punto que la gente muchas veces no sabe que me hace falta el oído.
M(): ¿qué es lo más difícil se ser medio sorda?
D.P: Me afecta mucho cuando estoy en un grupo grande de gente, por ejemplo en una fiesta, me cuesta mucho trabajo oír lo que están hablando.
M(): 19 años después dime con sinceridad ¿vale la pena perder un oído por una hija como yo?
D.P: (risas) ¡Pues claro!
M(): Bueno y cambiando de tema, ¿cómo ha sido la experiencia de ser madre de 3 hermosos hijos?
D.P: Es una experiencia muy linda que a medida que va pasando el tiempo y los hijos van creciendo resulta muy satisfactoria. Al verlos proyectados a lo que quieren ser y conscientes de la formación que les dimos, en un hogar bien constituido y un muy buen ejemplo, vamos viendo los frutos de lo que sembramos.
M(): ves, por eso digo que yo soy la próxima cosecha.
D.P: Jaja no eres la próxima sino la última.
M(): ¿dónde ves a tus hijos en 5 años?
D.P: como unos grandes profesionales.
M(): ¿y qué me dices de los nietos?
D.P: Los veo lejanitos todavía pero ojala podamos tener esa gran satisfacción.
M(): ¿qué opinión tienes de tu mamá?
D.P: Tu abuela es una mamá excepcional, hemos pasado las duras y las maduras y ella siempre ha sido una persona muy fuerte y activa, de mucho arranque, que todo lo que se ha propuesto lo ha logrado. Una mujer amorosa entregada a su esposo, sus 7 hijos y 16 nietos. Maria, no tengo palabras para decir lo que mi mamá es hoy en día para mí.
M(): Bueno, desde la imparcial opinión de una madre ¿qué le puedes decir a mis lectores acerca de tu hija?
D.P: ¿qué les puedo decir? Pues que has sido un orgullo muy grande, una persona madura, responsable, y muy echada para adelante. Una excelente hija, muy cariñosa, tierna y comprensiva.
M(): algunas palabras para despedirte…
D.P: que sigas triunfando en todas las metas que te has trazado.
M(): muchas gracias mami, de nuevo feliz día, me haces mucha falta.
D.P: tú también.
Y eso, señoras y señores es el amor de una madre, que sin dudarlo es capaz de sacrificar una parte importante de su vida por el bienestar de sus hijos. Así como ella no tiene palabras para hablarme de mi abuela, yo también me quedo corta a la hora de expresar la gratitud y el amor que siento hacia ella.
Me faltará vida para terminar de agradecerles e intentar retribuirles la educación y el cariño que mi mamá y mi papá me han dado. Gracias a ellos yo soy esa persona madura y responsable que mi mamá describe, y acá estoy, bastante lejos de ella en este día de la madre, estudiando y esforzándome porque mi mayor miedo es defraudarla.
Mi mamá es para mí una amiga, una consejera, el apoyo más grande que tengo, la que me da fuerzas cuando a veces las cosas no me salen como yo quisiera, un oído que perdió en parte por culpa mía, pero el otro que está siempre dispuesto a escucharme a mí y a mis hermanos.
Mamá: sólo queda agradecerte por todo lo que has hecho por mí aun antes de nacer, y agradecerle a Dios que me dio la oportunidad de crecer en un hogar tan maravilloso como el nuestro, decirte que te extraño cada noche y cada mañana, y que vivir lejos de ti y de mi papá ha sido la prueba más dura de este largo camino que apenas empieza y que me llevará cada vez más lejos de ti físicamente pero más cerca de lo que soñamos.
Si ven, ¡por eso les dije que alistaran Kleenex!, por mi parte yo ya estoy necesitando uno. Por último, me despido con un beso y un abrazote para todas las mamás de mi casa:
A mi abuela (la mamá de las mamás): eres una berraquita y te vas a recuperar pronto, espero verte caminando cuando llegue a Buga, te adoro abuelita.
A la Tata: (la súper mamá): ya te he dicho todo lo que te admiro, algún día muy lejano cuando yo sea madre espero tener la fortaleza que has tenido, tú eres la que nos hace mover a todos en la casa, te quiero mucho.
A la tía Papaya (la mamá más tierna): la que me consiente y me sigue la corriente en todas mis bobadas, me haces muchísima falta, feliz día.
A la tía Ua (una mamá para todos sus sobrinos): siempre estás ahí cuando necesitamos ayuda, gracias por todo lo que has hecho por nosotros, feliz día de la madre.
A Gloria (la mamá de Juan): eres la suegra que todas las novias queremos tener, una mamá alegre, cariñosa, cómplice de sus hijos, que tengas un feliz día.
A la Curruñis (la orgullosa mamá de un dálmata jaja): sabes que te quiero muchísimo y que eres lo mejor para mi hermanito.
A Clarita (que cocina mejor que todas las mamás): que me hacen falta tus aborrajaos, ya quiero volver a Buga.
A Neila (la mamá de ese negrito divino): sos una bacana, gracias por cuidar y querer a mis angelitos.
Y si alguna mamá pasa por este blog, feliz día para usted también...
Etiquetas: De mí para vos, Mi hermosa familia, Pongámonos serios
Oye, pues tu mamá me cayó bien ehhh, y se ve guapa la señora: chingo.
Jajajaja, no te creas, con todo respeto, felíz día de las madres a tu mamá, un abrazo. Estoy seguro que su hija no la defraudará, lo digo sin dudarlo a pesar de lo poco que te conozco.