Sumándose a la reciente ola de fertilidad que parece estar atacando a la finca, la vaca Muñeca ostentaba hasta anoche una enorme barriga, y el parto se esperaba para esta semana o la próxima.
Esta mañana ya no había barriga, lo extraño es que tampoco había ternero. El trabajador lo buscó por todos lados (incluso en el lago, donde un par de crías han tenido a bien llegar al mundo), pero no encontró el menor rastro del recién nacido.
Más tarde, mi señor padre, a.k.a. don MacGyver, introdujo su mano en lugares innombrables para confirmar que, efectivamente, el ternerito no se encontraba adentro de la vaca, quien a estas alturas seguramente estaría pensando “esto sólo me pasa a mú”.
¿Qué pasó?, pues no se sabe con seguridad. A la madrugada hubo unos ruidos extraños en el establo y mi papá y mi hermano, armados con una linterna, fueron a revisar. Aunque no encontraron nada raro y aunque la vaca estaba en un potrero lejos del establo, mi papá dice que es posible que los amigos de lo ajeno nos hayan hecho una visita anoche y les haya parecido buena idea llevarse al ternero… o ternera, nunca se sabrá.
Pobre bebé, no creo que pueda sobrevivir mucho tiempo lejos de su mamá.
Pobre Muñeca, estuvo llamando a su hijito toda la mañana. Afortunadamente está Argos, que servirá como hijo sustituto tomándose la leche que le correspondía al pequeño desaparecido.
¿Dónde está mi hermanito?
Y a los infelices que fueron capaces de robarse un animalito recién nacido les deseo de todo corazón que:
Ojala los viole un toro.
… y hablando de ladrones, ¿ya vieron esta descarada?
Etiquetas: Ando putérica, Me llené de mocos
Bueno, sobre la ladrona, lo peor de todo es que es reincidente... qué descarada, ya te había plagiado antes... todo mi apoyo reina... no es sino que usted diga y le mandamos serenata en moto a esa fulana...