…para apartar mi soledad
Porque cuando cae la noche
O nace un día
Es lo mismo para mí
Tal vez no para ti.
Rafael Londoño era Julius, un niño de unos 7 años que tenía la vida más deprimente que puedan imaginar. El papá se había muerto, o lo había abandonado, no recuerdo. La mamá trabajaba todo el tiempo, entonces no le ponía ni cinco de cuidado. Su hermana, que era como su mejor amiga en el mundo (snif), resultó con una enfermedad terminal y a los pocos capítulos comenzó un tratamiento médico en otro país donde finalmente estiró la pata. Entonces el chino se enamoró de la niñera, pero uno de sus hermanos mayores, que además eran unas lacras con el pobre Julius, intentó sobrepasarse** con la niñera y ésta tuvo que irse de la casa.
En resumen tenemos a un niño que bien podría ser el primer emo de nuestra generación. Que además tenía esa carita de “sientan lástima por mí, porfis”, y una estatura y tamaño craneal minúsculos que casi una década después lo siguen acompañando, ahora en su papel estelar de Pipe, quien llena de sabrosura las tardes colombianas en ese nuncatermina llamado “Padres e Hijos”.
Entonces, ¿por qué los lectores de este infeliz blog tienen el alias de Julius? Eso es todo un misterio, incluso para mí. Bueno, en realidad no.
Todo empezó en los primeros días de este sitio, cuando por acá no pasaba nadie, a duras penas lo visitaba yo. Entonces me tocó inventarme lectores imaginarios, ou seh. En mi infancia no tuve amigos imaginarios, pero me pareció de lo más normal tener lectores imaginarios, que leían, comentaban, y rayaban la cajita en mi pequeño mundo de mentiritas… ¿qué puede ser más patético que esto? La respuesta es evidente: ¡el chino Julius!
Ahora, susmercedes no es que sean deprimentes, ni mucho menos imaginarios (eso espero). Pero ni modo, el nombre ya está aquí y les guste o no mientras yo escriba babosadas en este blog ustedes seguirán llamándose Julius. Además que es un nombre harto multifacético, sirve para masculino y femenino, singular y plural… ¡es genial!
- Ok, ¿tenías que esperar al post número 200 para explicarnos esta bobada?
- No señora, no tenía.
PD: ¡Feliz navidad mis Julius! Nunca cambien.
* Hace poco me vine a dar cuenta que “Un mundo para Julius” es en realidad la adaptación de un libro del mismo nombre. Corran a comprarlo amiguitos, y no olviden tener a la mano un cuchillo para cortarse las venas mientras lo leen.
** jijiji, “sobrepasarse”, nunca había usado esa palabra tan telenovelesca.
Etiquetas: Detalles absolutamente irrelevantes
¡¡Qué buen regalo de navidad no has dado a tus lectores!!. ¿Qué mejor que saber qué carajos era eso de Julius?
Feliz navidad para tí también. ;)