Pineda es un niño de, digamos 15 o 16 años, que estudia en un colegio play de Bogotá y vive en un conjunto residencial aún más play al norte de la ciudad. Ayer Pineda perdió su celular en la calle saliendo del conjunto, con tan buena suerte que fue encontrado por una residente del mismo, fue así como el celular de Pineda llegó a mis manos.
Después de un par de intentos para adivinar el código PIN, y ante la amenaza de bloqueo del teléfono, decidí ponerle mi SIM card para buscar algún número o nombre que nos permitiera devolverle el celular a Pineda.
En vista de que “Mamá” y “Papá” se encuentran temporalmente fuera de servicio, me metí a mirar los mensajes de texto para averiguar a qué contacto podríamos llamar. La primera candidata fue “Fulanita Divina!”* pero unos mensajes más abajo me encontré con una “amiguis”, una “Sutanita!!!”* y más tarde una “Menganita Castillo”* que le profesaban el mismo amor al afortunado Pineda.
En ese momento, lo admito, me pudieron la curiosidad y las ganas de chisme y terminé leyendo casi todos los 269 mensajes en su bandeja de entrada. Es que era increíble la forma en que iban apareciendo más y más niñas (contamos siete en total) con mensajitos de amor, y todas en las mismas fechas. Al principio intenté defenderlo diciendo que a lo mejor era una sola novia que le enviaba mensajes desde los celulares de sus amigas, pero ¡nah!, los diferentes estilos de escritura las delataban. Incluso había una ke skribiah azih, ¡guácala!. Pinedita resultó ser todo un
Pero la mejor parte estaba por venir, al revisar su buzón de salida encontramos que, como era de esperarse, él le daba alas a todas al tiempo. Que cuándo vamos a tener algo serio, que te pienso mucho, que si será verdad que me amas, en fin.
El colmo de los colmos fue este mensaje que envió el día de la mujer… ¡a dos destinatarias! Claro, para qué se iba a desgastar escribiéndolo dos veces si las mismas palabras le servían para las dos niñas.
Dice: "miamor feliz dia q sigas asi de linda x siempre gracias x td!!!... tE amoooo muchoo"
Después de hastiarnos con el estilo de vida de Pineda, llamamos al que parece ser su mejor amigo y el personaje en cuestión probablemente aparezca esta tarde para reclamar su celular, que a propósito está hasta bonito. Me da susto abrirle la puerta y terminar “enredada en sus garras” juajaja, yo no sé ese chino que se unta, porque según lo que se alcanza a ver en las fotos de su teléfono no es que sea Brad Pitt… a lo bien ¿cómo hace?
El caso Pineda me dejó pensativa, yo no sé si es que yo salí muy buena hija o es que la generación siguiente definitivamente está perdida. Pero en serio, me da miedo tener hijos** y criarlos en este mundo tan cochino. Me da miedo tener un hijo y que resulte tan perro y mentiroso como Pineda, o peor aún, tener una hija tan ingenua y fácil como Fulanita Divina! y las demás.
* Nombres cambiados, por si se lo estaban preguntando.
** En un futuro todavía lejano, valga la aclaración.
Etiquetas: Me llené de mocos
María, opino lo mismo... estos chinos de ahora son terribles!!!
Espero que cuentes que te dijo Pinedita, al recoger a su complice perruno!