¡Feliz cumpleaños!
Al amor de mis amores, al niño que me hace sonreír a pesar de lo que sea, mi novio eterno, mi mejor amigo, mi confidente… mi constante amigo, mi divino hermano, dulce Juan mío, mi niño adorado, ven a Bogotá ven no tardes tanto jaja, ya me desvié del tema.
Amor: no sabes todo lo que hubiera dado por estar allá contigo en este día, y en muchos otros, tú sabes que cada día te extraño más y me enamoro otro tanto. Te mando un beso por cada centímetro que nos separa.
¿Cursi quién?
Por otro lado quiero aprovechar para agradecerle públicamente al Tigrillo (a.k.a. el Flaco) quien anoche, en medio de uno de nuestros innumerables momentos de desparche, muy amablemente me invitó a ver vía Messenger el capítulo final de The O.C. (snif, we’re gonna miss you Ryan). Transmisión en vivo que no resultó para nada sencilla por dos factores a saber:
a). La distancia a la que se encontraba el televisor de la webcam y la imposibilidad de un acercamiento entre dichos aparatos hacía prácticamente incomprensible la imagen, mejor dicho eso era como: “¿Quién es esa, Summer o Taylor?” “¡Pendeja, ese es un comercial de Pantene!”
b). El hecho de transportarnos a la lejana época del cine mudo, que ni me tocó... No, es que esto sólo me pasa a mí, uno viendo siluetas borrosas de las cuales supone que están hablando, pero ni la más mínima idea de qué están diciendo. Además el felino anteriormente mencionado (pues el Tigrillo ¿quién más?) se negó a prestar el servicio de telepronter trascribiendo los subtítulos en tiempo real, ¿qué te costaba? Mal amigo jaja. Debido a esto me tocaba adivinar escenas hasta que empezaban los comerciales, instante que el Flaco empleaba para contarme lo que había pasado y yo cada vez más sorprendida ¡que final!... pero en mi opinión pudo haber sido mejor, en fin.
Y así se me fue casi sin darme cuenta una hora de televisión alcahueteada por el Flaco, pa’ que pero se pasó bueno, me reí muchísimo, y al man como que le quedó gustando esto de narrar series porque cuando se acabó The O.C. (se acabooooó, voy a llorar…) me dijo “¿Querés ver Dragon Ball Z?”, tentadora oferta que preferimos dejar para otro día.
Después para retribuirle la invitación le di, también vía webcam y con el viejo método de “ahí va el avioncito”, la mitad de un pedazo de torta que me regaló mi roommate.
Si ves mi Juan, en el desocupe tan tremendo que caigo cuando te vas a tomar cerveza al Faro y no me invitas…
Me despido con un regalito para mi Juan, que anoche me dijo que tenía un grave dilema de prioridades entre la clase de circuitos y mi persona. Y como yo soy una novia tan comprensiva, y como no lo voy a poner a decidir, y como la clase de estequio estaba tan aburrida…
(click para ampliar, mi cieguito)
Nota: no me responsabilizo si algún circuito hace corto, odié física 3 con toda mi alma.
Etiquetas: De mí para vos, El amor..., Seguro que no me comparon scanner para esto
Jajajaja, si ve uno por buen amigo pasa por alcahueta, bueno no importa, ni iba a dejar que mi burrilla se "perdiera" el final, se hizo lo que se pudo, pero milagros no hago... o no todavia!!!