La primera historia es de Juan Guillermo, es muy poco lo que les puedo decir de él, aparte de que le gusta mi blog y el del señor Patton y que es el único participante que afirma no ambicionar el codiciado Chocorramo de Oro que Matilda y yo ofrecemos como premio.
SIN TÍTULO
Mi historia comienza un día de universitario (hace ya como dieciocho años), cuando los señores del clima pronosticaron que iba a ser el ultimo eclipse de luna (y que por cierto lo fue), nos fuimos con los compañeros de la U, a verlo, y quedamos de encontrarnos en un lugar cerca de acá de Medellín, en lo que hace años se llamaba el peñasco… Resulta que ellos salieron antes que nosotros a comprar el "guaro", y nosotros íbamos a recoger un amigo, el asunto es que nosotros pensábamos que íbamos a llegar primero que ellos, entonces decidimos esperarlos cerca al lugar de destino, pero como no llegaban, entonces optamos por regresarnos a buscarlos… Pero por esas cosas de la vida (prenda, o borrachera dirán otros)...= nos estrellamos…. Le boté las dos puertas derechas al carro (a un Renault 6 modelo 79 en esa época), y cuando yo reaccioné después del choque... no estaban ni la puerta de atrás ni mi amigo que estaba justo al lado de esa puerta… volteé a mirar, y la puerta delantera izquierda estaba abierta, entonces traté de cerrarla, pero al hacerlo… SE CAYO!!! Así que estaba sin dos puertas, y sin mi amigo… Salgo a buscarlo, y como a 50 metros lo encuentro inconsciente y echando sangre por la frente!!!! Yo lo llamaba, le pedía que me respondiera, pero no reaccionaba, pensé que estaba muerto, así que en medio de mi prenda (léase BORRACHERA!!!!), salí a pedir ayuda a los carros que bajaban… imagínense mi desespero!!! Cual no sería mi sorpresa, cuando en medio de mi angustia…. Volteo a ver, e imagínense lo que veo… A mi amigo, el que supuestamente estaba muerto… pidiendo ayuda conmigo!!!! Yo le dije: pero que estas haciendo?? Y el me responde: pero no estamos pidiendo ayuda??, y yo le digo: "pero no estabas muerto" Y el me dice: No , a mi no me pasó nada… entonces lo que hacemos es buscarle las puertas al carro, y salir para Medellín a buscar ayuda… lo que paso después se los contare luego, pero esto es para decir:: "Esto solo me pasa a mi"….
Un saludo Maria, me encanta tu blog…
Juan Guillermo…
Matilda califica: Tres filetes y medio.
La segunda historia, y la última de esta temporada es de Evelio, un fan enamorado (de Matilda supongo) que me escribe desde Venezuela. Nos internacionalizamos, ¡pa’ que vean!
LA PAMPLONA DE LOS ANDES VENEZOLANOS
Táriba estado Táchira, Venezuela, Transcurría el año de 1.999, mes de agosto para ser mas exactos, en vísperas ya del nuevo milenio se nos ha ocurrido la brillante idea a mi partner del alma (léase compadre) y a mi de participar en un evento no muy propio de los tiempos modernos… “Los encierros taurinos en plena calle en la Feria de la Virgen Sagrada de la Consolación de Táriba en el Torbes”
No me jodan, que vaina tan buena es sentirse perseguido por animales de alrededor de 400 kilos que embisten y tratan de pisotearte, cornearte, violarte y si pueden mentarte la madre, que sensación tan hijueputa (Soy Veneco pero aquí se pega el hijueputa) sentir como el corazón bombea a razón de 2789 lts/seg o lo que es igual a 2.756 latidos por minuto (tal vez la cantidad de etílico en la sangre tenga que ver algo en esto) mientras brincas, saltas o te encaramas para que el dichoso animalito no pruebe el filo de sus pitones en tus maltrechas nalgas.
¡Señores que sensación tan berraca (me estoy cachaquizando) el sentirse vivo!
Todo fino, todo chévere, varios días entre carreras y tragos hasta aquel sábado 21 de agosto. Algo presentían mis nalgas, estaban más unidas que de costumbre, presagiaban que algo querría incrustarse entre ellas. Es que mis nalgas fueron mis antenitas de vinil detectando la presencia de aquel enemigo.
Recuerdo como si fuera hoy aquella tarde, veo salir el toro, es de casta aunque luce manso, sus embestidas no son de mayor fuerza, examina bien su entorno como administrando sus fuerzas para lo que se vendría luego, un par de carreras largas y se detiene, aparentemente renuente a cualquier intento de provocar embestidas por parte de los pseudo-toreros-coleadores ahí presentes, en un momento me percaté de cuan cerca estaba (unos 5 metros aproximadamente) “Hijueputa si este animal se le ocurre arrancar muy probablemente lo haga en esta dirección, mejor me quito” doy media vuelta y emprendo la pausada huida, hasta ese momento había decidido escapar aristocráticamente, es decir, me hice el loco pa que nadie se diera cuenta de lo cagao que estaba en ese momento.
Recorro aproximadamente unos 6 metros en dirección opuesta al cornudo cuando mi compañero de juerga pasa a mi lado, a unos 120 Km/Hr gritando: “Corre Evelio que el coño e su madre arrancó”, comienzo a trotar a velocidad media sin mayor esfuerzo, volteo a ver donde se encuentra mi querido amigo de cuernos, y ¿cual fue mi sorpresa?, el dichoso bichito de tantas personas presentes en el encierro se le dio por abalanzarse sobre este su humilde servidor, demás está decirles que el leve trote se convirtió en carrera desenfrenada por salvar mi pellejo.
La persecución duró aproximadamente unos 50 metros, recuerdo haber volteado aproximadamente 16 veces con la tonta esperanza que mi amigo (el toro) se desmayara, le diera un infarto o que simplemente se enamorara de otro culo pues… Pero ¡que va! Recuerdo esa embestida, todo sucedió en cámara lenta, cuando sentí el golpe en mi nalga solo atiné a colocar mi mano izquierda sobre su cornamenta, esto solo facilitó la proyección a 50 centímetros del suelo para luego rodar como la bola que soy, arrastrado por el piso, con aquellos 400 kilos de rica carne intentando punzarme, para luego pisarme, patearme y ya por ultimo cagarme (si señores me embadurné en la afrodisíaca mierda de aquel suculento toro).
Mucha gente corrió en mi auxilio, salieron al quite del toro, dándome unos momentos para ponerme a salvo, solo me bastaron unos segundos para orientarme, mirar con ira al toro y decirle “esta vez ganas tu, nos vemos en el próximo barbiquiú” (esto ultimo si es mentira) mientras buscaba la salida, recuerdo a mi amigo llevarme del brazo y yo haberle hecho un ademán gritándole: “Coño suéltame que yo estoy bien”, hecho que despertó una ovación en la fanaticada que excitada gritaba a coro: “¡¡¡Torero, torero, torero, torero!!!” fueron mis 5 segundos de gloria después de verme revolcado en la mierda (literalmente).
El susto no pasó de ahí, solo fueron unos cuantos hematomas en piernas, brazos y dorso adornados con unos bellos raspones en mis codos y el aroma celestial del campo (mierda) impregnado en mi ropa. Después de un momento de inspeccionar que mi hardware estuviera completo, recordé a mi fiel compañero “¿Coño celuloco donde estas?” en mi bolsillo posterior izquierdo encontré la respuesta en los restos de mi tan apreciado Hyundai HGC-110, en ese momento me pregunté si gracias a él hoy día no porto una bella cicatriz en mi nalga izquierda o peor, sea cual fuere el caso murió como un héroe mi celular.
Señores para terminar, en realidad esto no solo me sucedió a mi ya que esa misma tarde vi desde afuera como otras 3 personas fueron embestidas por ese mismo toro, incluso un joven fue llevado de emergencia al darse un fuerte golpe en la cabeza y quedar inconsciente, aunque considere mi historia digna de ser presentada en este segmento creo firmemente que todos los participantes y aspirantes a participantes en realidad somos afortunados al poder compartir estas experiencias viendo como otros en situaciones similares no han contado con la misma suerte e incluso han pasado a mejor vida. (Ya me puse reflexivo)
Maria() opina: buena historia, buena forma de contarla. Qué miedito, ¡yo ni loca me meto de torera!
Matilda califica: Cuatro filetes.
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Se reciben los votos por medio de mi cbox o dejando un comentario en la entrada correspondiente:
Primera entrega - Mi Juan y Dani.
Segunda entrega (lado A) - Karin y Webargas.
Tercera entrega - Andrés Felipe.
Cuarta entrega - Juan Guillermo y Evelio.
Nota: no se vale votar por sí mismos, vanidosos. La votación se cierra el próximo domingo, suerte a todos y que gane el mejor (o el que me quede más cerca pa’ mandarle el Chocorramo).
Etiquetas: Esto sólo le pasa a Julius
Yo no se si es la mejor pero por lo menos fué con la que mas me pude reir, no tanto de la historia si no de imaginarme a Juan (buñuelo-man) merendando en pleno "cotejo".
Mi voto es para la historia del buñuelo.